Ante el entorno VUCA (Volatil, Incierto, Complejo y Ambiguo) al que se enfrenta la economía desde la pandemia, cada vez son más las compañías que abrazan la innovación abierta como la práctica clave de éxito de sus departamentos de innovación y de sus negocios a largo plazo.
La innovación abierta es un término introducido por el profesor Henry Chesbrough, de la Universidad de Berkeley, que la ha definido recientemente como “el uso de flujos internos y externos de conocimiento para acelerar la innovación interna, y ampliar los mercados para el uso externo de dicha innovación”. En otras palabras, la innovación abierta conlleva apoyarse en entidades externas (como startups, entidades gubernamentales, y otras empresas) para fortalecer la innovación de la propia empresa.
Este modelo colaborativo es cada vez más usado por las corporates alimentarias, que encuentran en la colaboración con startups una forma de agilizar sus procesos de innovación, de aumentar la productividad y rendimiento de sus procesos internos y de seguir liderando el sector ante la aparición de nuevas tecnologías, productos y modelos de consumo que impactan directamente en sus negocios, un fenómeno conocido como la “revolución Foodtech”.
Para introducirse en el mundo de la innovación abierta, las grandes empresas alimentarias suelen estructurar programas de aceleración y mentoring con los que apoyan a las startups, así como vehículos de inversión para poder financiar estas empresas emergentes que suelen tener grandes necesidades de capital. También es positivo para una startup el estar relacionado con una gran empresa porque le permite testear su producto con varios departamentos de la empresa y recibir un feedback de alto valor añadido, y porque tener una relación con una gran empresa es una señal de confianza para nuevos clientes, inversores y proveedores.
Podemos encontrar algunos ejemplos exitosos de innovación abierta en el sector alimentario por todo el mundo, en EEUU donde Tyson Foods tiene su vehículo Tyson Ventures desde el que ha invertido en startups de éxito como Believer Meat o Upside Foods, Israel donde la compañía Strauss apoya e invierte en startups a través de The Kitchen Hub, la principal incubadora foodtech del país, en Suiza, donde la mayor compañía alimentaria del mundo , Nestlé, tiene su aceleradora, y también su vehículo de inversión en startups y en España, donde 9 industrias alimentarias se han unido a KM ZERO para lanzar la segunda edición del prestigioso programa de aceleración e innovación abierta KM ZERO Venturing entre otros.
En 2022 se anunció la primera edición de KM ZERO Venturing, un programa pionero en España en el que 10 startups colaboraron con 5 grandes empresas alimentarias. En esta edición observamos el valor de la colaboración no solo entre una startup y una empresa, también entre varias startups resolviendo el reto de una industria, generando nuevas cadenas de valor en este proceso y sinergias entre startups también, entre varias empresas mentorizando a una startup, y dándole una visión multidisciplinar de alto conocimiento a esta, y entre las propias startups y las propias empresas, que comparten conocimientos del sector, convirtiéndose entonces en una comunidad de innovación. En esta exitosa edición del programa con más de 500 horas de mentoría para las startups, múltiples pilotos e inversiones, y varias implementaciones de producto, aprendimos que la innovación abierta funciona cuando se enfoca desde unas buenas relaciones personales, cuando hay personas que entienden la mentalidad de la persona que está montando una startup, y que es necesario un agente catalizador (en este caso KM ZERO Venturing) que aporte conocimiento al proceso y seguimiento de que este funciona de forma adecuada.
Son numerosas las opiniones en nuestro sector que ven en la innovación abierta una nueva forma de hacer negocios necesaria para que las industrias alimentarias se adapten al entorno económico, político y social que nos rodea, y garantice su supervivencia a largo plazo manteniéndola en contacto con la realidad del mercado, mientras que ayuda a resolver los retos que este siglo plantea a la alimentación (productos saludables para el consumidor, sostenibilidad de la cadena de valor, accesibilidad económica a los productos y nuevos modelos de consumo).
Esto es una predicción. Lo que a día de hoy sabemos es que esta nueva forma de hacer negocios en la industria optimiza el lanzamiento de los productos con metodologías ágiles e impulsa el crecimiento de las empresas que lo integran, mientras genera valor para todos los stakeholders involucrados en el proceso.